viernes, 11 de noviembre de 2016

La Bolivia que se va... la Bolivia que se viene - Carlos Sámchez Berzaín

LA TRAICION DE CARLOS MESA

5. GL: El “paso al costado” del gabinete (y quizás del gobierno) dado por el Vicepresidente Carlos Mesa, con anterioridad a los sucesos de octubre, terminaron salvando la sucesión presidencial institucionalizada de nuestra democracia. Al cabo de ocho años, ¿cómo juzgas lo sucedido? ¿Fue un acierto de Carlos Mesa?

CSB: El denominado “paso al costado” de Carlos Mesa fue solamente TRAICIÓN, que es una falta alevosa e infame a la lealtad y a la confianza. Mesa quería ser presidente a toda costa. Al empezar la campaña del 2002 me había pedido y llegó a decirle a Goni- que él (Mesa) debería ser el candidato a la presidencia.  Para ser candidato a la Vice Presidencia puso condiciones onerosas, en los hechos vendió su ingreso a la candidatura, al punto que el mismo día de la proclamación de candidatos, Mesa seguía negociando condiciones económicas y espacios de poder.  Cometí el error de jugarme por Mesa, cedimos a sus imposiciones y terminamos pagando el precio.

En enero de 2003, fracasado el Diálogo Nacional, Mesa me propuso el proyecto de “sustitución ordenada de Goni” porque lo veía muy “cansado”. Discutimos y le pedí que nos ayude a fortalecer el gobierno y de inmediato informé al Presidente Sánchez de Lozada; se generaron reuniones, Mesa se negó, reiteró su lealtad al Presidente y éste le ratificó su confianza, alegando en privado que no podía despedir al Vice Presidente; el resultado fue una intensa campaña indirecta, mediática y política de Mesa contra mi persona, bajo la consigna encubierta de que: “para bajar a Goni había que bajar primero a Sánchez Berzain”

Mesa quería a toda costa ser Presidente de la República y, como le dije en privado y en público en reiteradas oportunidades, tenía tiempo para lograrlo, y yo creo que lo hubiera hecho sin necesidad de ser un traidor y liquidar el proyecto de país con el que terminó por su ambición política y económica.
El anuncio del paso al costado fue un acto de traición a Bolivia, al Presidente y al gobierno. Sólo fue el acto de mostrar sus cartas en una baraja que venía jugando, al principio en secreto y luego abiertamente.

Mesa conocía todo lo que estaba pasando, lo había aprobado y autorizado porque participó de todas las reuniones en las que se tomaron decisiones y además todas las decisiones eran legales. Hasta su declaración del paso al costado, Mesa se empeñaba en estar informado, propositivo, apoyando e interesado en la solución de los conflictos. Eso frente al Presidente.  Por el contrario, era el que pedía –en privado- acciones y decisiones que denominaba más enérgicas.
Mesa tenía toda la información del gobierno, pero el Presidente, para proteger la imagen de Mesa, había limitado su exposición pública con los temas del conflicto, y Mesa, con su imagen intacta, usó la información para llevar adelante la traición informando y pactando con Evo Morales y los operadores del derrocamiento.
Prueba de la traición es la denominada “agenda de Octubre”, primer acto de gobierno de Carlos Mesa, que establece “amnistía para los golpistas,  juicio a Sánchez de Lozada y sus colaboradores, y asamblea constituyente”, a lo que agregó “gobierno sin partidos”. Prueba escrita y pública de la traición son los dos decretos de amnistía: el DS No. 27234 de 31 de octubre de 2003 y el DS. No. 27237 de 4 de Noviembre de 2003. En estos decretos, Carlos Diego Mesa como Presidente se perdona a si mismo y perdona a sus operadores y socios de los delitos que cometieron para llevarlo a la presidencia. 

El decreto supremo 27234, en su parte considerativa, dice: “Que la Constitución Política del Estado en el numeral 13 del Artículo 96 establece como atribución del Presidente de la República decretar amnistías por delitos contra la seguridad del Estado; por lo que los delitos contra la seguridad del estado acontecidos en las últimas protestas sociales, son delitos catalogados como políticos………que según la doctrina penal, el delito político no se define por criterios objetivos sino subjetivos, que tienen que ver con los móviles que determinan la acción que se encuadra en un tipo penal determinado……que los hechos ocurridos en el mes de Octubre, formalmente pueden ser interpretados como delitos de tipo penal en la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana, pero considerando sus características y antecedentes en cuanto al móvil que impulsó estas acciones, resulta evidente que los mismos no respondían al deseo de cometer un delito de orden penal…

Los delitos contenidos en la Ley del Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana y objeto de amnistía son: instigación pública a delinquir; evasión; fabricación, comercio o tenencia de sustancias explosivas, asfixiantes, etc; atentado contra la seguridad de los medios de transporte; atentados contra la seguridad de los servicios públicos; lesiones gravísimas; lesiones graves y leves; lesión seguida de muerte; robo; robo agravado; y extorsión. Tipos delictivos justificados en la amnistía de Mesa porque él decreta que “no respondían al deseo de cometer un delito de orden penal…(¡!)”

Finalmente, no olvidemos que la amnistía se dictó sólo para los sediciosos mientras se ponía en marcha la persecución y enjuiciamiento de quienes, formando parte del gobierno, defendieron el orden público, la democracia y el Estado de Derecho.




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