viernes, 11 de noviembre de 2016

Estatizaciones de Evo Morales y la venta del gas - Carlos Sánchez Berzaín

ESTATIZACIONES DE EVO MORALES Y LAVENTADE GAS


8. GL: En el proceso inverso a las capitalizaciones están las nacionalizaciones, como las que viene practicando el presidente Evo Morales, casi siempre los 1ro. de mayo. Desde la distancia (física, y de oposición política), ¿cómo crees que prospera esa medida? ¿Vamos a seguir explorando en busca de gas como con las empresas extranjeras? ¿Cuál debería ser una buena solución para el pueblo y el Estado?

CSB:  Nacionalizar no es lo mismo que estatizar y lo que ha hecho Morales son estatizaciones no nacionalizaciones. No se puede nacionalizar lo nacional, puedes estatizar lo privado y esto último es lo que hace Morales a medias.

Las denominadas nacionalizaciones de Evo son sólo “estatizaciones”, ya que las empresas capitalizadas nunca dejaron de ser nacionales, eran empresas bolivianas,  sus registros y operaciones eran en Bolivia, el 50% de sus acciones pertenecían a los bolivianos, debían cotizar en la bolsa boliviana, estaban sujetas a las leyes bolivianas, generaban empleo e impuestos en Bolivia, seguían siendo empresas bandera bolivianas, pero no eran administradas por el gobierno de turno y no formaban ya parte del botín político y sindical.  La estatización de Morales solamente le ha quitado al pueblo boliviano sus acciones para regresarlas al gobierno, le ha robado al ciudadano boliviano su fondo de pensiones y ha expropiado participaciones de socios extranjeros sometiendo al país a demandas millonarias, destrozando la credibilidad de Bolivia en materia de inversión o pagando precios extraordinarios y a veces de negociado para retornar a la corrupción política en beneficio solo del gobierno de Morales. Las seudo nacionalizaciones de Morales son estatismo y centralismo puros y  no es lo mismo que  ser nacionalista. 

El tema del gas está casi terminado para Bolivia.  Estamos fuera de mercado y fuera de tiempo.  Se ha perdido el momento histórico para que seamos una potencia gasífera. Esto ha sucedido precisamente por el derrocamiento de octubre de 2003, los enfoques estatistas y los actos y decisiones demagógicas de Evo y su gobierno.

Bolivia tendría que estar exportando gas a México y California y,  como este fue el pretexto para el golpe de estado de 17 de octubre de 2003, liquidaron el proyecto.  El Perú se ha puesto por delante  de Bolivia en la producción y exportación de gas.  Bolivia ha bajado su producción por falta de exploración y disminución de explotación, como resultado de la falta de inversión y de confianza producto de las estatizaciones de Morales.

Deberíamos estar vendiendo más gas al Brasil y el año 2004 debió haberse construido un segundo gasoducto de más capacidad (más ancho) a ese país.  Han logrado todo lo contrario: la producción actual apenas alcanza para cumplir con Brasil y hemos reducido los volúmenes a la Argentina.  Brasil y Argentina han encontrado grandes campos gasíferos que están desarrollando. Bolivia no tiene ni el capital ni la tecnología para el desarrollo intensivo de este recurso.  Chile no quiere el gas boliviano y Bolivia tampoco quiere venderle.  Hay incluso escasez de gas en Bolivia, el tendido de redes domiciliarias de gas natural -que ya deberían cubrir todo el territorio nacional- está muy atrasado.
Más pronto que tarde Bolivia deberá  volver por el camino del realismo y, en la mejor forma posible, buscar capital y tecnología.  Cuanto más tardemos, más atrás y más pobres nos iremos quedando.

























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