viernes, 11 de noviembre de 2016

Medidas de transformación histórica del MNR - Carlos Sánchez Berzaín

MEDIDAS DE TRANSFORMACIÓN HISTÓRICA DEL MNR


6. GL: EL MNR ya no está en el gobierno. Con el paso del tiempo se puede advertir que la Participación Popular (1994) fue una medida revolucionaria, igual que el Bono Solidaridad (BONOSOL, 1997), que, en los hechos, es una renta de vejez para los campesinos. ¿Qué medida revolucionaria se quedó sin ejecutar? Aunque el último gobierno (2002-3) parecía simplemente preocupado de corregir la marcha de la capitalización…

CSB: Aclaremos que el Bonosol no es una renta de vejez de los campesinos, es una renta de vejez de todos los bolivianos de la tercera edad, incluidos los que tienen jubilación, pues proviene del propio dinero del pueblo boliviano fruto de la capitalización.  Ya hemos recordado que la Bolivia del año 2001 es más urbana que rural. Lamentablemente el Bonosol, además de cambiarle el nombre a Bono Solidario, ha sido desvirtuado y no es sostenible en el tiempo porque lo han vuelto una dádiva estatal que se acabará junto con los otros bonos cuando el Estado no tenga recursos para pagar, y eso ya está muy cerca.

Lo primero que había que hacer en la gestión que comenzó en agosto de 2002 era superar la crisis económica creando empleo. Por el derrocamiento del 17 de octubre de 2003 quedó sin ejecutar la urgente generación de empleo para superar la crisis; así se evitó fundamentalmente un gran impulso al desarrollo rural con sistemas de riego, equipamiento, incremento de producción destinada al mercado interno y a la exportación, electrificación rural; era y es necesario convertir al campesino en ciudadano productivo y de clase media. Conexiones de gas natural domiciliario para todos los hogares bolivianos, construcción masiva de vivienda social, caminos como la construcción carretera Víctor Paz Estenssoro, asfaltada de Cobija a Tarija, la doble ruta este-oeste y otras, que hasta hoy el país necesita y no se han hecho.

En lo estratégico era el tiempo de avanzar con medidas sociales como el SUMI (Seguro Universal Materno Infantil) para institucionalizarlas y hacerlas sostenibles en el tiempo; la reforma educativa necesita atención para poner a nuestros niños en el manejo de la tecnología y darle una educación que los haga competitivos en el mundo actual; salud y educación, como estrategia de disminución de la desigualdad. En lo político debíamos profundizar la Participación Popular, afrontar una nueva reforma constitucional preservando la democracia y el Estado de Derecho.  En lo económico buscar asegurar a Bolivia una economía sólida, por medio del establecimiento de mercados a largo plazo para el gas y el incremento de la producción; la liberación económica para perpetuar y multiplicar los ingresos por exportaciones de gas, que con el derrocamiento de 2003 y medidas posteriores no ha sido posible.  

7. GL: Al pueblo boliviano, casi en su conjunto, no le gusta que se privaticen nuestros recursos naturales ni nuestras empresas estatales. El MNR lo hizo (1993-97) y, quizás, fue la causa de su caída. ¿Qué beneficios nos trajo la capitalización de Yacimientos (YPFB)? O, en su caso, ¿la capitalización del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB)? ¿O la venta de la empresa nacional de ferrocarriles (ENFE)? Esa “epidemia” de capitalizaciones en América Latina pareció tan sólo algo del momento, pues ahora luce fuera de moda en todo el contexto…

CSB: Los recursos naturales nunca se privatizaron.  Los recursos naturales se mantuvieron y se mantienen de propiedad del Estado (es el régimen constitucional creado por el MNR desde iniciada la Revolución Nacional).  Solamente se mejoró el régimen de concesiones (que ya existía) con un moderno sistema regulatorio creando las superintendencias.

El proceso de capitalización tampoco fue una venta.  Debemos recordar que se establecía el valor de la empresa nacional, y los interesados en capitalizarla debían ofrecer un valor que se invertía en la misma empresa, quedando el valor de la empresa nacional como acciones en propiedad del pueblo boliviano.  Preservación de patrimonio con incorporación de capital, tecnología y administración privada para atacar la corrupción.  El Estado cedió sus acciones al pueblo de Bolivia que recibía las utilidades por medio del Bonosol; esas acciones eran administradas en un Fondo de Capitalización. La capitalización es técnicamente un aumento de capital con ingreso de nuevo socio y contrato de administración. Por razones políticas ya explicadas, satanizaron la capitalización y hoy Bolivia ha retornado al estatismo, sin capital, sin tecnología de punta, con menos producción y con mucha corrupción.

Los beneficios del proceso de capitalización han sido dilapidados por Evo Morales y su gobierno.

La capitalización del LAB fue la mas crítica, por la batalla política que sus dirigentes sindicales generaron con intereses mezquinos y sin visión para preservar su fuente de trabajo. Esta empresa fue liquidada por decisión y presión política del gobierno actual para desprestigiar el proceso de capitalización.  El LAB estaba volando más aviones y más rutas, incluso a Europa, cuando –nuevamente- con juicios y acusaciones digitadas desde el gobierno sacaron del país a su principal ejecutivo.  Hoy han creado BOA y están tratando de repetir lo que hicieron al LAB con Aerosur (enjuiciar ejecutivos privados de empresas para quebrarlas o quedarse con la empresa). 

La capitalización de ENFE se hizo en dos empresas: la Red Oriental y la Red Occidental;  la Red Oriental funcionó sin problemas porque no tiene en su ruta la competencia de una carretera asfaltada como si la tiene la Red Occidental, que quedó -por razón de la carretera- reducida a ser transportadora de minerales en un momento en que, por los precios internacionales, no se podía exportar minerales de Bolivia.  Con una carretera asfaltada que cubre los mismos tramos y destinos que la Red Occidental, no hay manera que, sin subvenciones, funcione el transporte ferroviario de pasajeros e incluso de carga no minera; por ejemplo, es más barato y rápido traer un container o un vehículo de Arica en camión que en tren, y es más barato y rápido viajar en bus de Cochabamba a Oruro, a La Paz o a Arica que en tren o ferrobús; esto afectó a poblaciones intermedias y se produjo el natural descontento por corte de tramos y servicios no rentables, situación que fue sindical y políticamente aprovechada en el proceso de satanización de la capitalización.  Además, en el caso de ENFE, lo que manchó este proceso fue la corrupción en la ENFE residual, o sea la parte de ENFE que no se capitalizó; esto fue lo desastroso por lo que ejecutivos y responsables de esa gestión fueron procesados y encarcelados.






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