viernes, 11 de noviembre de 2016

La Bolivia que se va... La Bolivia que viene - Carlos Sánchez Berzaín

LA BOLIVIA QUE SE VAY LA BOLIVIA QUE VIENE


12. GL: Los bolivianos aspiramos a despegar económicamente, a formar parte de una nueva gama de países que armonicen el mercado capitalista y lo mejor del socialismo, a conformar una sociedad democrática, a desarrollar el ámbito rural… ¿Cuál es, a tu juicio, la Bolivia que viviremos los próximos diez años?     

CSB: La Bolivia del corto plazo es una Bolivia en crisis.  Ya está en crisis.  Hay crisis de democracia, hay crisis de libertad, hay crisis económica, hay crisis de seguridad, hay crisis de empleo, hay crisis de confianza, corrupción, intervención extranjera… y recién está empezando. Hoy, en Bolivia, hay poca gente que está ganando mucho dinero, hay auge de la construcción, de importaciones y de contrabando. Hay aparente crecimiento, obras, pero en la otra cara es una Bolivia con desempleo, con alza del costo de vida, con disminución del valor adquisitivo y del ingreso, con mayores desigualdades sociales y económicas, con crecimiento del narcotráfico a través del incremento de la producción y del consumo de droga. Hay un gobierno que ve aumentar su déficit fiscal y que debe continuar subvencionando los carburantes; que ha establecido una importante cantidad de bonos que técnicamente no tiene con que pagar.  Las exportaciones legales muestran incremento de precios, no de volumen ni de diversificación, hemos vuelto a ser un país fundamentalmente minero y exportador de materia prima. No hay inversión extranjera seria.  Hay un conjunto de nuevos socios como Cuba, Venezuela, Irán y otros que, si tuvieran el capital suficiente, no tienen la tecnología necesaria.

Pero el tema no es sólo la economía. Lo social y lo político es más grave. La sociedad boliviana está confrontada  y tiene crecientes rencores en esa división.  Morales no sólo ha logrado actualizar la lucha de clases, ha promovido y sostiene con éxito la lucha étnica y racial, la confrontación regional, el enfrentamiento generacional, sectorial y hasta funcional.  Hay sectores privilegiados -como los cocaleros de la coca ilegal- y sectores marginados -como el magisterio-, por ejemplo.  Existen regiones oficialistas como El Alto y el Chapare y regiones sometidas por la fuerza como los departamentos del oriente boliviano, el Chaco y regiones de los valles.

Reitero que Bolivia es hoy un país con presos políticos, con perseguidos políticos, con exiliados políticos.  Con gente sometida y acallada que, como diría Pedro Domingo Murillo, vive una suerte de destierro en el seno mismo de su Patria.

Antes de que Morales concluya este periodo para el que se ha reelegido, Bolivia estará sintiendo severamente los efectos de la crisis, agravada por el ejercicio totalitario del poder.

13.- GL: ¿Cuál dirías tú que es la Bolivia que se va y la Bolivia que viene? 
CSB: La Bolivia que se quiere denominar neoliberal y de la democracia pactada, que era la Bolivia de la recuperación y la construcción de democracia y estabilidad económica, ya se fue. Se acabó el 2005 luego de agonizar desde el 17 de octubre de 2003 fecha del derrocamiento del Presidente  Sánchez de Lozada.

La Bolivia que se va es la de una Constitución que divide en lugar de unir, que amenaza en lugar de proteger, que reglamenta en lugar de establecer principios, que está hecha para el abuso y no para las garantías, la cocalera.  Esta Bolivia que no es Bolivia, que ya no la quieren llamar Nación, dividida en 36 nacionalidades, que la han denominado Estado Plurinacional en lugar de Estado Nacional. Un país obligado a la confrontación interna e intervenido por un proyecto externo.

El que se va es el Estado autoritario y cocalero creado por Morales que no es Bolivia porque no tiene libertad y simula democracia. Se va la Bolivia sometida a un proyecto político y a un experimento económico que nunca quiso y que no merecía.  Se va el país que vive y avanza en una crisis total, una crisis de Estado, de gobierno y de identidad.  Puede que tarde un poco, pero es la que se va porque no es históricamente posible ni viable, es antinacional y antihistórica. Se va el intento de un país a contramano de la historia, de un proyecto inviable.

La Bolivia que viene, viene después de una gravísima crisis, es el post-moralismo.  Es una Bolivia en la que es vital construir  unidad y consenso, acuerdos mínimos que le den fortaleza, progreso y seguridad a largo plazo; es urgente superar los elementos de confrontación que ha generado la crisis, reponer la democracia y el Estado de Derecho.

La Bolivia que viene es moderna, mucho más parecida a los países exitosos de América Latina que a los fracasados y conflictivos.  Esta es la Bolivia que le debemos a las próximas generaciones.

11 de mayo, 2011


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