viernes, 11 de noviembre de 2016

La Coca y el Narcotráfico - La Bolivia que se va ... La Bolivia que Queda

LA COCA Y EL NARCOTRAFICO


9. GL: El presidente Evo Morales debe intentar pasar a la historia dando solución definitiva al problema de la hoja de coca. Ya se sabe que el excedente se vuelve cocaína. Al mismo tiempo, se afirma que su consumo diario y constante es medicinal, pero es posible tener dudas. ¿Qué se debe hacer al respecto? ¿Cuál es tu experiencia? Porque también en el gobierno de Sánchez de Lozada se tuvo coca excedentaria y mucho narcotráfico… 

CSB: Evo Morales sigue siendo el  líder nacional de los cultivadores de coca ilegal.  Ellos lo han llevado al poder y lo sostienen allí y eso tiene un costo político que es el incremento del cultivo de la coca ilegal que sólo tiene como destino la producción de droga. El incremento de la producción de la droga que proviene de la coca en Bolivia, es parte de las necesidades políticas del gobierno de Evo Morales.  Lo demás son sofismas.

De acuerdo a ley y a las convenciones internacionales, en Bolivia han quedado sólo dos clases de cultivos de coca:   

1. Los cultivos legales, ubicados básicamente en los Yungas de La Paz, con una extensión máxima de 12.000 hectáreas, destinados al consumo tradicional, medicinal, legal.   

2. Los cultivos ilegales ubicados en el trópico de Cochabamba, denominación genérica de Chapare, que el año 2003 estaban en -más o menos- 3.000 hectáreas (se habían reducido en 10 años casi en 15 veces). Esta coca está solamente destinada al crimen del narcotráfico.

La pregunta es si Bolivia es ya un narcoEstado o… ¿cuánto le falta? Para responder esta cuestión hay que cumplir las leyes y los convenios internacionales.  Pero esto es precisamente lo que Evo Morales no puede hacer, porque pierde el respaldo político y la movilización de los cocaleros ilegales, y aún peor: empezaría a tener conflictos sociales y confrontaciones en las  que él mismo ha participado, promovido y dirigido en el pasado. La razón por la que hoy los cocaleros de Chapare no son un problema para el gobierno es porque son el gobierno; con respaldo estatal, hacen lo que quieren, no cumplen la ley, incrementan los cultivos y han terminado de integrar el circulo de la producción de droga, porque ahora, casi la totalidad de la pasta base de cocaína se produce en el mismo lugar de producción de la coca ilegal y la producción del clorhidrato de cocaína casi íntegramente en Bolivia.

La diferencia con nuestros gobiernos es que el MNR llegaba al poder con el apoyo de sectores sociales con los que cumplía políticamente con medidas de gobierno legales y gobernamos para todos los bolivianos.  Nuestra contribución a la reducción de la coca ilegal fue fundamental y de este hecho nace la  confrontación con Evo Morales y la animadversión incluso personal y amenazas hasta de muerte que él ha expresado públicamente contra mi persona.  En la lucha contra el narcotráfico implementamos el mejor sistema posible con cooperación internacional, que Evo ha roto a nombre de una soberanía cocalera pero no nacional. 

La lucha contra el narcotráfico era, hasta el 17 de octubre de 2003, una política de ESTADO, luego pasó a ser una política de gobierno y, más tarde, una política de un grupo de sindicatos productores de coca ilegal que terminaron con toda la cooperación internacional en la lucha real contra el narcotráfico. La producción de coca y de cocaína se ha incrementado en este gobierno y lamentablemente el consumo interno también. De ahí surge la cuestión regional y mundial cada vez mas persistente de que si Bolivia es un narco Estado o está en proceso de convertirse en un narco Estado, gobernada como está –por decir lo menos-  por los cultivadores de la coca ilegal.  El presente y futuro de país en este tema son muy peligrosos.



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